4/04/2009

Viajar en subte: Parte 2

Ya bajó toda la gente que quería bajar. 
Ahora viene el turno de los que quieren subir, entre los que vos estás, porque te animaste a viajar en subte a pesar de "lo mal que se viaja".
Acá viene el problema más grande de viajar en subte a la hora pico:
Para entrar en el vagón -me gustaría usar una metáfora- tenés que hacerte de agua y fluir. 
Claro, porque adentro del vagón ya hay un montón de gente apretujada, con cara de enfado, muchas veces con calor, que no quiere saber nada de nada con que vos o los otros suban al mismo vagón en el que ellos están.

La mayoría de ellos se ponen duros como piedras, estáticos y firmes cuidando "su lugar". 
Entonces hacerte de agua, es una opción.
Puede haber otras metáforas que lo describan mejor, claro.
Pero a mi me gusta pensarlo así.
Así lo siento cuando entre toda esa gente yo decido insertar mi cuerpo en los recovecos que dejan libres. 

Puede pasar que entre las piedras -siempre hay algún piedra- ya esté lleno de agua. 
Sigo con las metáforas: En ese caso tendrías esta vez que convertirte en piedra.
Más bien hacer como si lo fueras: más dura y más resistente que las otras.
Es así, fuerza contra fuerza, alguna va a ceder. 

Recomendación: Una vez que has conseguido un lugar, buscar un estado parecido al plástico.
Así no te golpean tanto los que quieran subir en la próxima estación.

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