4/28/2011

Solo un tramo del camino

Suelo ir al centro tomando siempre determinado colectivo y determinada linea de subte. Cada día de la semana salgo desde un lugar diferente (el hospital, el consultorio, mi casa) y desde cada lugar siempre viajo de la misma forma. Voy sin querer, reconociendo a los vecinos, a la gente que también toma el mismo subte en los mismos horarios, a personas de los barrios que siempre están en el mismo lugar. Hay cierta rutina que se instala sin darse uno cuenta de ello. A veces pasa, que algo diferente aparece en la rutina y el viaje al trabajo comienza desde un lugar no habitual. Me alegro cuando ello ocurre. Porque hace que caiga en la cuenta de las rutinas instaladas más allá de la cuenta y porque me da la oportunidad de aflojar las rigideces innecesarias de las repeticiones. El otro día tuve que ir a hacer un trámite. No suele estar bueno ir a hacer trámites. De hecho no lo estuvo, pero al salir de ahí, inicié el viaje al trabajo por calles distintas a las habituales y tomé otros transportes que los de siempre. Me gusta ir por calles nuevas, conocer nuevos lugares, viajar. Al realizar ese viaje no común lo que agradablemente me llamó la atención fue que en el viaje vi por la calle a personas a las que no veía hacía mucho tiempo. Personas que no circulan por mis recorridos, que no usan las mismas calles, ni comparten horarios conmigo. Personas a las que conocí hace un tiempo atrás, por haber compartido algún tramo del camino, solo un tramo del camino.
Y ahí estaban, circulando por sus propias rutinas, por sus calles, por sus horarios.

Esta simple experiencia de la vida urbana me hizo pensar en que el tiempo y el despliegue de las actividades a las que cada quien se dedica, van conformando circuitos - los propios y los ajenos- y cómo se va olvidando torpemente la forma que toman los caminos de los otros.

El profundo aprendizaje de haber cambiado el recorrido ese día -en el fondo para encontrarle un beneficio al trámite realizado- es saber que tanto el camino propio, como el de los otros, no se va delineando sino por los tramos compartidos. Aunque más no hayan sido, solo un tramo del camino.

4/04/2011

Seguir

¿Crees que no me importa haberme ido de acá? 
 Estuve un tiempo después, de irme antes de por ahí. 

Y sé que seguiré sin saber qué me espera.
Y supongo que me espera, para poder seguir.

¿Crees que no me duele sentir que debo partir?
¿Crees que no quisiera quedarme a descansar?

No es por un lugar que no pude ocupar.
No es por la mirada que no supiste dar.
¿Será que nunca supe verdaderamente? 
¿Será que nunca entendí el valor que tenía?

No es simple lo que digo, hay miedo al partir.
¿Será que no pudiste vos descansar en mi?
¿Que el lugar ofrecido no fue nada para ti?
¿Será que tenés miedo de pedirme a mi?

Y que te diga algo así como
"si, ya no quiero partir.
Acá vamos a construir"

Si pudiera, o pudiese.

Si pudiera hacerte llegar 
lo que de mí proviene
lo que de mi deviene. 

Si pudiese hacerte entender
lo que por vos yo siento
lo que por vos reviento. 

Tan solo si pudiera,
escribir mi adentro 
Tan solo si pudiese
conectar mi aliento. 

Si pudiera lo escribiría en mil idiomas 
Y si pudiese leería tu rosetta

Si cuando viejos pudiéramos besarnos
 entenderíamos: lo que hicimos fue escribir los años.

El cierre

Todo lo que empieza, termina.
Termina y se transforma.
Y así es que estoy viendo de qué modo terminar este blog.
Algo ya está hecho.
Ya pasó su tiempo.
Es tiempo ahora de escribir en otro espacio.
De otro modo.
Otra cosa.
Otro fin.

Canción de cuna para las penas

"Ay ay ay... 
Pena penita pena...
Duele el almita, duele...
Ay ay ay..."


 Como decía Atahualpa:

"Por eso el hombre al cantar,
con emoción verdadera,
echa su pena p'ajuera
pa que la lleven los vientos,
y ansí, siquiera un momento 
se alivia su embichadera"

Sueño

Un sueño de hace unos días.

"Se caían los pilares que sostenían el armado de una carpa de circo. Mi amigo miraba desde lejos y se reía al verme intentar volver a colocar los pilares sobre los médanos de arena sobre los que estaba armado el circo y no lograrlo" 

Pensé: "Habría que armar un edificio"

Ah, la tentación...

La tentación de seguir escribiendo en este blog
surge cuando los vientos traen de retorno las resonancias de lo escrito. 

Así, en silencio, sin saber quién lee, o qué entiende. 
Miles de motivos para escribir. 

Por ahora solo uno:
la terrible y dulce tentación.

Construir

Cada tanto está bueno ir al diccionario:

Construir: 
1-"Fabricar una obra material, de acuerdo con una técnica de trabajo compleja y usando gran cantidad de elementos"
2-"Elaborar una teoría o proyecto a partir de la combinación de diversos conceptos
3-"Disponer de determinada manera los elementos de una obra artística
4-"Unir y ordenar debidamente las palabras o las oraciones de acuerdo con las normas de la gramática"

Alta presión

Con el tiempo

me voy dando cuenta 

de lo importante

que es

cuidarse

a uno mismo.