Tomar una punta del lazo que el otro ofrece. Atarlo a uno mismo. Hacer un buen nudo. Ir y venir en cualquier dirección, sin temor. El nudo está hecho. A cambio, y como condición, ofrecer una punta del propio lazo. El otro también podrá ir y venir. Si los nudos son buenos, los lazos soportarán las tensiones y las distancias temporo-espaciales. Con el paso del tiempo y con una pizca de paciencia, el vínculo se transformará en red.
Ingredientes:
Algún otro que ofrezca/de algo.
Capacidad para recibir algo de otro.
Saber hacer nudos.
Capacidad de ir y venir.
Capacidad de dar/ofrecer algo al otro.
Tiempo.
Paciencia.
Tiempo de cocción: Toda la vida.
Escribir siempre fue un recurso que tuve muy a mano. Primero sobre el papel y más adelante en el teclado. En este Blog escribí entre el 2009 y el 2011 en un momento muy especial de la vida en el que empecé a construir un recorrido ya como profesional. En 2009 empecé mi primer trabajo profesional rentado yéndome de donde trabajaba. Sobre las despedidas, el crecer, el construir cosas nuevas. Moverse y cambiar. Decir. Hablar. Escrituras de pasaje entre experiencias.
Alguien me dijo el otro día con cierto tono peyorativo, que este tipo de escritura era "de divulgación".
ResponderEliminarEs así.
No soy un académico consagrado.