Quiere aproximarse lo más posible, aún sabiendo que no hay lugar para recibirla. Sabiendo que deberá quedarse por fuera, del otro lado de los límites que han sido señalados una y otra vez. La insistencia insiste en hacerse lugar, insiste en ser recibida dentro de donde parece no haber lugar.
La insistencia podría quedarse afuera y listo, pero por su escencia empuja y hace ruido, pretendiendo imponer lo que viene a traer.
No se trataría de anular a la insistencia, tarea imposible. Tampoco dejarla hacer lo que ella quiera, convirtiéndose uno mismo en títere de su voluntad. Tal vez reconociéndola, sabiendo que está ahí, para señalarla cada vez que se aparece, y en el punto donde se hace la boluda, decirle: ¡Qué insistencia!
Escribir siempre fue un recurso que tuve muy a mano. Primero sobre el papel y más adelante en el teclado. En este Blog escribí entre el 2009 y el 2011 en un momento muy especial de la vida en el que empecé a construir un recorrido ya como profesional. En 2009 empecé mi primer trabajo profesional rentado yéndome de donde trabajaba. Sobre las despedidas, el crecer, el construir cosas nuevas. Moverse y cambiar. Decir. Hablar. Escrituras de pasaje entre experiencias.
jaja... qué conocido me suena..
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